El blog de los Caracoles Errantes

Viajando por largo tiempo llevando todo en nuestra espalda y nuestra casa es nuestra mochila

21 junio 2006

Villa de Leyva
Colombia 28 de mayo, 2006

Villa de Leyva

El trayecto entre San Gil y Tunja transcurrió por un camino hermoso, con campos verdes y montañas con vegetación de altura.  La carretera fue subiendo poco a poco hasta llegar a una altitud de 2800 metros donde se encuentra Tunja, la capital del departamento de Boyacá.
Decidimos tomar un bus para continuar a Villa de Leyva, un pueblito colonial que está a unos 40 kilómetros de Tunja.  Ahí encontramos un hotel magnífico, otra vez nos tocó ser los únicos huéspedes del hotel.  Tomamos un poco de confianza y por la noche le pedimos a Elvira que si nos permitía usar su cocina para prepararnos algo de comer.  Ella muy amablemente nos dijo que sí. 


Calle de Villa de Leyva

Encontramos a María y a Isela preparando un “ponqué” (paste o queque) para celebrar el cumpleaños de la hija de la primera.  Estaban mezclando la harina, muchos huevos, y pusieron raspadura de cáscara de naranja y amaretto. 
Nosotros preparamos nuestra cena y cuando ya estábamos terminando de cenar ellas también habían terminado con la mezcla y los ponqués ya estaban en el horno.  Entonces se nos ocurrió invitarlas a jugar con nosotros un juego que andamos y que consiste en hacer dibujos y adivinar (Ideografic). 
Nos pusimos a jugar entusiasmados y entre dibujo y dibujo a María se le olvidó cuidar sus ponqués pues Isela había salido un momento a hacer algún mandado.  Corrimos al horno y comenzamos a sacar uno a uno los pasteles del horno.  El primero salió en su punto, el siguiente tenía un poquito quemado el fondo y los últimos dos requirieron de un poco de cirugía reconstructiva de parte de María quien muy pacientemente les fue raspando lo que estaba quemado.


María limpiando un ponqué

Al día siguiente los iban a decorar y seguramente nadie iba a notar el accidente.  Después de reírnos y lamentarnos un rato del percance nos retiramos a dormir.  María solamente dijo “ahora que ya hicieron el mal se van”.
A la mañana siguiente cuando nos sentamos a desayunar apareció Elvira con un plato y tres tajadas de ponqué que estaba delicioso.

El proyecto de Alieth

En Villa de Leyva encontramos un negocio que nos llamó la atención.  En él se venden los productos de un grupo de mujeres que fueron motivadas por Alieth, una mujer entusiasta que inició un proyecto de producción de lana y tejidos como ruanas (ponchos), gorros, bufandas y más, con mucho colorido. 
El proyecto tiene un gran sentido porque en él trabajan 32 mujeres que son madres cabeza de familia y que con el empuje de Alieth se han enfrentado a una vida de trabajo sin el apoyo de un hombre en a su lado. 
Algunas mujeres producen la lana, desde la cría de las ovejas y el esquilado, otras la tiñen y otras trabajan en el telar para tejer muchos productos que son diseñados por Alieth.

 


Tejidos de lana de Alieth



Vendedor de aguacates en el mercado


Campesino con su poncho

 

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